El hormigón proyectado o gunitado se puede utilizar para la protección o sostenimiento de taludes o zonas de roca fracturada o degradada. Esta técnica puede ser utilizada para revestir barrancos e impedir riesgos de posibles desprendimientos, con un grado de durabilidad que hace que su mantenimiento sea pequeño.
Con el grueso adecuado y en combinación con una armadura metálica (malla electro soldada o fibras metálicas) y bulones o anclajes, se convierte en un sistema muy efectivo de sostenimiento o contención, similar al que puede ofrecer un muro de hormigón.